Novedades sobre las grasas trans
enero 14, 2016La dieta mediterránea: una dieta equilibrada y sana que protege nuestra salud
marzo 1, 2016El agua es un elemento fundamental en las cocinas, para elaborar los platos y también como parte imprescindible de las medidas de higiene. Pero también puede ser un elemento que entrañe algunos riesgos para la salud, si no se cumplen determinadas normas, pudiendo contaminar tanto los alimentos como las superficies o los utensilios de trabajo.
Una buena manera de garantizar la salubridad del agua y de los procesos en los que se utiliza, es disponer de un procedimiento escrito que no solo describa la fuente de suministro, usos del agua, sistema de distribución y tratamientos en el local, sino en el que también se describan y lleven a cabo actividades de comprobación para constatar que el agua utilizada no conlleva un riesgo para la salud.
No hay que olvidar que existen infinidad de factores que pueden influir de manera muy negativa en la calidad del agua, desde la presencia de aditivos, a restos de sustancias químicas o microorganismos. Cuando alguno de estos elementos sobrepasa unos ciertos niveles, se considera que el agua no es apta para el consumo.
Criterios para determinar la calidad del agua
En el caso específico de la industria alimentaria, la normativa establece una serie de aspectos esenciales:
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- Es necesario contar con un plano completo de la red de distribución del agua, con todas las conducciones, tomas y desagües de las instalaciones.
- Todas las empresas deben cumplir unas normas de higiene específicas y una serie de procesos dentro de un plan de control de calidad del agua.
- La frecuencia de los análisis del agua depende del tipo de industria y de las infraestructuras que se utilicen, si se dispone de depósitos propios de almacenamiento de agua, la vigilancia es mucho más estricta que cuando el agua procede de la red pública.
¿Qué es lo que se mide en estos controles? Fundamentalmente la presencia de elementos como el cloro residual, amonio, níquel, plomo, hierro o cobre, entre otros. Pero también se analiza la presencia o no, de bacterias como la Escherichia Coli.
Comprobar la salubridad del agua es fundamental en el caso de la industria alimentaria para evitar riesgos en la salud de las personas. Pero, dando un paso más allá, conociendo bien las características del agua que se utiliza, se podrán mejorar los procesos productivos ¿Por qué? Porque hay elementos, como la mineralización, que pueden influir en la cocción de determinados alimentos.
Los clientes se decantan por proveedores que cuentan con estas certificaciones porque de este modo se aseguran que la empresa seleccionada dispone de un buen sistema de auto-control que garantice la producción de alimentos seguros para el consumidor.