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¿Qué controles sanitarios son indispensables para ofrecer confianza al consumidor?
¿Te has planteado los beneficios que tiene disponer de un sistema de Seguridad Alimentaria?
La seguridad alimentaria debe ser una de las mayores prioridades en cualquier negocio que trate con alimentos. Alcanzar la plena confianza de los clientes puede significar el éxito o el fracaso del negocio.
Sin embargo, a veces puede resultar difícil saber con exactitud si se están ofreciendo las garantías suficientes o no.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE CERTIFICAR QUE MI EMPRESA CUMPLE CON TODOS LOS CONTROLES SANITARIOS?
Tan importante es ya la seguridad alimentaria que existen iniciativas para ayudar a los clientes a elegir establecimiento en función de este aspecto.
Muchos países están implementando distinciones que muestran las inspecciones realizadas a los establecimientos y los resultados que han obtenido.
Además cada vez es más habitual que los servicios online permitan filtrar atendiendo a estos criterios. Incluso Google empieza a catalogar en A, B, C o D. según el riesgo sanitario.
Conocer el nivel de seguridad de la cocina ya ha dejado de ser solo una preocupación para los propietarios. Hoy en día, lo es también para el cliente, que cada vez busca más información antes de elegir dónde comprar o comer.
CERTIFICA QUE LA EMPRESA «X» TIENE IMPLANTADO UN SISTEMA DE CALIDAD INTERNO BASADO EN LA SEGURIDAD ALIMENTARIA PARA HACER FRENTE AL COVID 19
Tener una buena reputación y generar confianza son dos conceptos básicos para el éxito de un negocio.
No hay nada peor que una mala opinión o crítica negativa. Debemos tener en cuenta lo fácil que es perder la credibilidad en un mundo online conectado a las Redes Sociales.
A todo ellos podemos añadir un problema de cierta magnitud que no se tiene en consideración o que se pasa por alto muchas veces. Las inspecciones.
Una inspección negativa puede llegar a provocar incluso la paralización de la actividad.
¿CÓMO PUEDO CERTIFICAR MI EMPRESA Y ASEGURARME QUE CUMPLE CON TODOS LOS CRITERIOS SANITARIOS NECESARIOS?
Antes de nada, debemos conocer los problemas reales de nuestro establecimiento mediante la revisión con auditorías de calidad internas de los siguientes puntos:
- Buenas Prácticas de Manipulación por parte del personal (Complementar el programa formativo teórico de Manipuladores de Alimentos y gestión de alérgenos, mediante la resolución de consultas “in situ” en materia de higiene alimentaria).
- Evitar la contaminación cruzada.
- Estado de mantenimiento, limpieza e higiene de las instalaciones, equipos y personal.
- Condiciones de almacenamiento de los productos y temperatura de los equipos de frío.
- Cumplimiento de la normativa de etiquetado y de trazabilidad.
- Revisión de caducidades y rotación de productos o sistema FIFO.
- Cumplimentación de registros de autocontrol y elaboración de prerrequisitos y/o APPCC según proceda.
- Recogida de muestras de alimentos, superficies y agua para analizar a modo de comprobación final.
Una auditoría de calidad evalúa la adecuación y eficacia del sistema de autocontrol con el fin de facilitar todos los procesos. Proporcionan recomendaciones para mejorar aquellas áreas en las cuales se observan incidencias.
UNA AUDITORÍA INTERNA EFICAZ ES INDISPENSABLE ACTUALMENTE.
La objetividad, habilidades y conocimientos de los auditores añaden valor de forma significativa a los procesos de nuestra actividad, además de una mayor probabilidad de fidelización de clientes, proveedores y empleados.
Una auditoría, por lo tanto, permite tener una visión real del sistema de gestión de calidad y seguridad alimentaria de la empresa.
Es importante ser consciente de que en las empresas, los procesos productivos, la maquinaria o equipos, los proveedores y los empleados cambian en cualquier momento y, cualquier modificación, por pequeña que sea, influye en la calidad del producto final y, por tanto, en la visión de la empresa que se lleva el cliente.
Por ello, resulta imprescindible someterse con cierta periodicidad a auditorías de control adaptadas a cada actividad.
Además, el ROI (Retorno de Inversión) es palpable y garantizado ya que por ejemplo, se reducen los costes de fallos e incidencias.
Esto permite que se puedan proporcionar productos y servicios con valor añadido, que satisfagan a los clientes cada vez más instruidos y exigentes. Éstos podrán tener la certeza de que consumen alimentos de calidad y totalmente seguros.
