Si en los supermercados encontramos los huevos a temperatura ambiente ¿Por qué los metemos en el frigorífico al llegar a casa? Manipulaciones del huevo que son erróneas y seguramente haces sin darte cuenta y pueden ser un riesgo para tu salud.
Debemos de considerar una propiedad fundamental para su uso en las dietas como es la sensación de saciedad, evitando el consumo de otros alimentos que solo nos aportarían incremento de peso.
El huevo tiene un aporte calórico elevado, 159 kcal por cada 100 gr, pero teniendo en cuenta que el peso medio de un huevo es alrededor de 55 gr el aporte medio esta sobre las 75 kcal, perfectamente asumible en las dietas equilibradas y teniendo en cuenta que es rico en nutrientes y que podemos usarlo tanto en dietas dulces como saladas, nos da mucha versatilidad evitando el cansancio que producen las dietas repetitivas.
Veamos una tabla resumen de sus propiedades:
Nunca debemos dejar de comerlo incluso siguiendo una dieta de adelgazamiento, ya que sus ventajas que nos proporcionan, predominan sobre los prejuicios.
Hemos de considerar también el contenido en lecitina, con sus propiedades emulsionantes que reduce la absorción intestinal de colesterol.
Una persona sana sin ningún tipo de patología y siguiendo una dieta sana y equilibrada podría llegar a consumir 6 o 7 huevos semanales según varios estudios.
Importante recordar que el huevo es un producto muy alérgeno y que hay que tener especial cuidado en su consumo como hablaremos mas abajo.
La expresión generalizada y muy usada “Es más fácil que freír un huevo” cuando queremos referirnos a la sencillez para realizar cualquier tarea, nos da idea de lo recurrido que puede ser su uso en la cocina.
Podemos utilizarlo solo o acompañado de cualquier otro alimento que imaginemos en ese momento, cocerlo, freírlo, revuelto, al plato, escalfado, en tortilla o como parte de muchas recetas.
Vista la sencillez de cocinar un huevo, debemos hacer hincapié en evitar algunas prácticas de manipulación que realizamos habitualmente y que pueden llegar a ser un riesgo:
Antes que nada, debemos distinguir si se trata de un huevo fresco o un huevo cocido.
En el caso de los huevos frescos crudos pueden durar entre 3 y 5 semanas, y dentro de estos podemos destacar:
Las claras de huevo crudas, que podemos conservarlas entre 2 y 4 días. Congeladas pueden llegar a durar un año.
Las yemas de huevo crudas, que pueden ser conservadas también entre 2 y 4 días, pero en este caso no pueden ser congeladas.
Por el contrario, los huevos cocidos con cáscara no pueden estar fuera del frigorífico más de dos horas, y dentro de él pueden durar de 3 a 5 días con cáscara, y entre 1 y 2 días con cáscara.
No debemos someter los huevos a cambios de temperatura, ya que esto perjudica su calidad y aumenta el riesgo de contaminación interior.
Es por ello que encontramos los huevos en el supermercado a temperatura ambiente, ya que, si estuvieran refrigerados, el cambio de temperatura desde que los compramos hasta nuestra nevera sería perjudicial.
La lisozima es una enzima presente en gran cantidad en la clara de huevo, y que se emplea como aditivo alimentario para favorecer la conservación de algunos alimentos como, por ejemplo, en vinos, quesos, vegetales, frutas, carnes o pescados.
Esto puede ocasionar alergias en algunas personas, por tanto, ¡debemos leer cuidadosamente las etiquetas de los alimentos!
Si quieres saber más sobre las malas manipulaciones del huevo, ponte en contacto con nosotros.
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